El embajador argentino en Santiago, Chile, José Octavio Bordón, sostuvo que se vivieron momentos "muy difíciles" en la sede diplomática que fue atacada ayer por manifestantes durante las protestas contra el presidente Sebastián Piñera, y adelantó que se tomarán "medidas de resguardo" para cuidar "los bienes de la República".
El viernes, un grupo de manifestantes entró a los jardines de la residencia del embajador argentino y rompió vidrios, por lo que fuerzas especiales tuvieron que acercarse a la vivienda para reforzar la custodia del lugar y evacuar al embajador.
"Fue un momento muy difícil, nos mandaron un carro blindado para que pudiéramos salir, y en el medio de la crisis tuve que tomar las decisiones de emergencia. Ante esta nueva situación analizaremos con otras autoridades cómo seguir, tenemos que ver cómo transitar este período hasta que finalice la violencia", dijo Bordón.
Remarcó además que las situaciones que se vienen generando -desde que comenzaron las protestas, hace 21 días, contra el ajuste implementado en el país vecino-, derivan en "una gran inseguridad y peligro contra los bienes de la República".
Al mismo tiempo, aclaró que "en ningún caso fue un problema contra Argentina".
"Ayer pudimos ver cómo vandalizaban el edificio para construir las barricadas", sumó, y dijo que fue producto de "gente muy violenta que desprendió de una movilización que volvió a ser muy numerosa".
La residencia del embajador argentino en Santiago está enfrente de la sede de la universidad privada Pedro de Valdivia, que fue incendiada por los manifestantes en medio de duros enfrentamientos con la policía.